Este blog forma parte del proyecto crónicas imaginarias de una hecatombe real el cual se realiza dentro del marco del curso de Redacción Universitaria de la Universidad Autonóma Metropolitana-Azcapotzalco,Divición de Ciencias Sociales y Humanidades,departamnto de Humanidades

Hoy es un nuevo día salgo de casa. Y me voy a buscar un mejor futuro para mi, y para
Mi familia.Mi mamá una señora de 56 años de nombre; Leticia Cruz Reyes se quedo
llorando en mi casa sus ultimas palabras aun las tengo en mi mente -hijo no me dejes por favor, mi edad es muy avanzada, y la verdad no se que haría sin ti, eres lo mas maravilloso de mi vida te quiero mucho-
Mi padre siempre quiso darme lo mejor nunca me dejo solo pero hubo un momento en que el dinero ya no alcanzo, tuve que dejar la escuela y ayudar a mi papá en el gasto familiar.
Hace un mes hicieron recorte de personal en la empresa donde trabajaba, salí sorteado desde entonces no he podido encontrar otro empleo, es muy difícil,no tengo preparación apenas pude concluir mi bachilerato.
Estoy cansado de buscar un empleo.
Ay oportunidades no lo niego pero piensan que voy a darle de comer a mi familia con $56.00.
Mis padres ya no pueden trabajar, y por eso hoy he tomado esta decisión de irme a trabajar a Estados Unidos.
Con el dinero de mi retiro tengo para pagarle al pollero son $30,000.00 ese dinero es suficiente pero hoy salí en el autobús hacia la ciudad de Tijuana, ya estoy en la frontera de México y Estados Unidos, mañana  dijo el pollero que cruzaríamos el desierto. Es una semana caminando pero no importa, ya que este sacrificio es menor a comparación de lo que mis padres hicieron por mi.
Ha amanecido, ya voy con el pollero y otros 50 indocumentados, el pollero nos dice que de 51 solo llegarán 20 al otro lado de la frontera.
Llevamos ya más de 3 horas caminando, el calor es insoportable parece que no voy a llegar.
Estoy agotado  no puedo mas ya obscureció tenemos que parar y descansar, el desierto es mas peligroso de noche que de día, mañana continuare y dios dirá asta donde llegue.
Es el segundo día son las seis de la mañana y ya salimos corriendo de nuestro escondite,nos vio la migra y mataron a uno de mis compañeros, la verdad no pudimos hacer nada, ya que nuestra vida corría peligro.
Son las doce del día ya tire toda mi ropa que traía, me pesaba mucho, y  ya casi no me quedan fuerzas, tengo mucha sed pero sólo me quedan 5 litros de agua y todavía faltan 6 días de camino.

Otro compañero acaba de morir le pico una víbora de cascabel por poco y me toca a mi que suerte tengo.